1914 El Cóndor de Achala y su trágica historia
EL
CÓNDOR DE ACHALA Y SU TRÁGICA HISTORIA
De cómo la ignorancia de muchos y la ambición de unos
pocos, casi lleva a la extinción a una especie venerada en toda América.
por
Jorge Enrique Etchevarne
LA ÉPOCA DE LOS HECHOS
Corría el mes de enero de 1914. La temporada veraniega estaba en su apogeo
en todo el valle de Punilla, y había mucha actividad también en la incipiente villa
turística creada por Carlos Nicandro Paz. Familias de Córdoba, Rosario y Buenos
Aires ocupaban las casas que él había construido para alquilar.
Hacía solo ocho meses que el estanciero se había hecho cargo de la Jefatura
Política departamental y, por primera vez, debía ocuparse de los asuntos
concernientes a cada localidad.
En igual medida que se incrementaba la población por la llegada de
veraneantes, se multiplicaban los problemas que debía resolver: accidentes, traslado
de enfermos, heridos y detenidos, riñas, juego clandestino, etcétera, no daban respiro.
Seguramente preocupado por un posible desborde de la situación, el 11 de
enero, Carlos Paz solicita con urgencia la designación de siete agentes para
reforzar el servicio policial en San Roque (Los Puentes), Cosquín, Huerta
Grande, La Cumbre, Capilla del Monte, Pinto y Charbonier, asignando uno a cada
localidad.
El 13 de enero el gobernador Ramón J. Cárcano firmó el Decreto accediendo a
lo solicitado, aunque solo hasta la finalización de la temporada el 1º de abril
(AHPC, Gobierno, Jefaturas Políticas, Punilla, Fs 185 y rev.)
Con este propósito viajó a Córdoba para entrevistarse con
el gobernador y convencerlo de la necesidad de contar con este servicio para
agilizar las comunicaciones.
En los hechos, Carlos Paz ya utilizaba la oficina postal
de la estación Cassafousth para recibir y despachar su correspondencia privada,
y, probablemente, la de otras persdonas. Para ello, enviaba cada dos o tres
días a uno de sus empleados hasta la estación del dique, quien se encargaba de hacerlo.
Lo que a Carlos Paz le interesaba, además de las causas
invocadas ante el gobernador, era que este servicio irregular que se hacía por
su cuenta, fuese subvencionado por la Provincia e incorporado a la nómina de prestadores
de servicios de mensajería y correos a caballo, concesionados por licitación
pública.
Al transformarse en un servicio oficial, estaría
garantizada su continuidad, más allá de los cambios políticos. Además, le daría
una pátina de “prestigio” a su villa; después de todo, San Roque ó Los Puentes
se había convertido en un importante punto veraniego (ver en este blog: “1914:
Llegó el correo! Inicios del servicio postal”.
En este trámite estaba cuando el día 26, recibe un requerimiento inusual. No
tenía que ver con su gestión al frente de la jefatura, ni con problemas
administrativos; consistía en un cuestionario con preguntas que debía responder,
referidas a la situación de los cóndores.
Carlos Paz no fue el único en recibir este cuestionario; había sido enviado
a otros Jefes Políticos cuyas jurisdicciones abarcaban parte de la Sierra
Grande, el hábitat de la especie.
A pesar de que algunas de las preguntas requerían, por lógica, de cierto
tiempo para realizar averiguaciones y reunir información, Carlos Paz contestó con
llamativa prontitud, devolviendo el cuestionario el 30 de enero de 1914.
Es obvio que el Jefe Político de
Punilla tenía un acabado conocimiento del asunto sobre el cual se le consultaba…
y lo sabía con bastantes detalles, según lo que veremos a continuación.
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La lectura de su informe, a pesar del tiempo
transcurrido, no puede sino conmover a las personas movilizadas tras la protección
de las especies en peligro de extinción; en este caso, la supervivencia del Cóndor
Andino, conocido en nuestra provincia como Cóndor de Achala, ya que en este
macizo de la Sierra Grande se encuentran los principales anidamientos.
La información proporcionada por Carlos Paz, y por otros jefes políticos, hablan de una matanza de cóndores a gran escala, ejecutada por cazadores extranjeros entre los años 1905 y 1906, hasta conseguir la casi desaparición de los ejemplares que habitaban nuestras sierras.
Un evento de esta naturaleza en la actualidad, aunque fuese
en mínimo grado, sería inconcebible. Sin embargo, durante la época que
sucedieron los hechos no fue motivo de inquietud. Es más; se consideraba a los
cóndores poco menos que una plaga que debía exterminarse.
La campaña de exterminio fue de tal magnitud que, después de transcurrida una
década, Carlos Paz aseguró que no quedaban cóndores vivos, salvo alguno que
otro que, cuando aparecían, los mismos estancieros se encarrgaban de matar.
Claro que a principios de 1900 el contexto económico, social y cultural, incluyendo en este último los conocimientos que tenía la población rural sobre estas aves, eran muy
diferentes.
El convencimiento de que los cóndores atacaban las crías de
ganado para alimentarse ─adjudicándole un comportamiento similar al de las águilas─,
se basaba en prejuicios y mitos que tenían arraigo entre la población
serrana y eran divulgadas por los estancieros.
Afortunadamente, los tiempos han cambiado. La divulgación
científica y la educación ambiental, han conseguido desvirtuar esta creencia
popular, y demostrar que los cóndores cumplen una importante función ecológica
y sanitaria.
LA PRESERVACIÓN DE LA ESPECIE EN CONFLICTO CON LOS INTERESES ECONÓMICOS
Los documentos a los que se hace referencia en esta crónica, forman parte
de un expediente resguardado en el Archivo Histórico de la Provincia de Córdoba
(AHPC).
Pero ¿cuál fue la razón para que el Gobierno de Córdoba enviase el
cuestionario aludido a sus funcionarios departamentales?
Todo se inicia en enero de 1914 cuando la Sociedad Argentina Protectora de los Animales envió al Ministerio de Agricultura de la Nación, una solicitud para que se adopten medidas tendientes a proteger a los cóndores.
Ante ello, el Ministerio se propuso reunir la mayor cantidad de información posible sobre la población de cóndores en el país, enviando a los gobernadores de las provincias donde estos ejemplares habitaban, un cuestionario con preguntas que debían responder.
Lo que se pretendía, en primera instancia, era establecer si los cóndores resultaban dañinos o beneficiosos para la economía regional, para luego aconsejar a los gobiernos locales la adopción de medidas acordes a su propia realidad.
El requerimiento y el cuestionario adjunto fue enviado a Córdoba el 12 de enero de 1914, siendo recibido en el Ministerio de Gobierno el día 21 (AHPC - Obras Públicas, año 1914, Tomo 3, folio 187 a 189)
El gobernador Cárcano actuó en consecuencia y despachó el cuestionario a los Jefes Políticos de los Departamentos Punilla, Santa María, Calamuchita, San Javier, Cruz del Eje y Sobremonte, cuyas jurisdicciones abarcaban la extensa Sierra Grande (menos la última), hábitat del Cóndor de Achala.
Se presume que también habrían sido enviados a los Jefe Políticos de San
Alberto, Pocho y Minas, pero en el expediente de referencia no se encuentran sus
respuestas, entendiéndose que no fueron contestadas, o se extraviaron.
Como se dijo, Carlos Paz recibió el cuestionario el 26 de enero y lo contestó el día 30. Los demás Jefes Políticos lo hicieron días después, y todas las respuestas se derivaron al Ministerio de Obras Públicas e Industrias, donde el señor Martín Gil se encargó de reunir la información y elaborar un informe para ser enviado al Ministerio de Agricultura de la Nación, según este lo había solicitado.
CUANDO EL CÓNDOR DEJÓ DE VOLAR
Las respuestas enviadas por los Jefes Políticos permiten hacernos una idea
de la situación que atravesaban los cóndores en nuestra provincia.
Si bien la información obtenida no es concluyente por su brevedad y falta
de rigor (algunos datos resultan vagos),
al menos nos permiten acercarnos a una cruel realidad, la que, afortunadamente,
ha sido revertida, aunque, difícilmente, las sierras de Córdoba vuelvan a
cobijar la población de aves que alguna vez existió.
Cotejando las respuestas de los distintos funcionarios, es la de Carlos
Paz, por lejos, la más completa y detallada, lo que nos permite conocer con
nombres, apellidos y cifras, esta trágica historia.
Pero ¿Cómo sabía Carlos Paz con llamativa exactitud lo que había ocurrido entre 1905 y 1906? En esa época estaba ocupado en la construcción del canal de riego y de las primeras casas del pueblo, que años después bautizaría con su nombre.
Carlos Paz conocía a los ganaderos del sur
de Punilla; él mismo era uno de ellos. Además, era amigo de Leopoldo Román, el
propietario de Bosque Alegre, una estancia que abarcaba la vertiente occidental
del macizo de Achala, zona donde había anidación de cóndores.
Bien podría haber sido Román, en contacto directo con los autores de la
cacería, quien le comentara lo que estaba sucediendo en las altas cumbres. O
tal vez estos cazadores se hospedaron en la casa de Carlos Paz, pues se
consideraba a Los Puentes el lugar “civilizado” más cercano al macizo de
Achala. En tal caso, Carlos Paz estaba al tanto de todos los detalles.
Nadie lo sabe.
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Ustedes, estimados lectores, se estarán preguntando, a esta altura de la crónica ¿Cómo fueron los hechos informados por Carlos Paz en 1914?
Antes de continuar, es oportuno repasar lo que sabemos hoy acerca del cóndor. Para ello, se ha recurrido a un artículo reproducido por “El Diario” de Carlos Paz en su edición del 25 de marzo de 2024, y otro del sitio oficial de la Subsecretaría de Ambiente de la Nación, los que se reproducen (parcialmente) a continuación:
De "El Diario" de Carlos Paz: https://www.eldiariodecarlospaz.com.ar/vida-saludable/2024/3/25/condor-de-achala-el-majestuoso-guardian-de-las-sierras-cordobesas-198830.html
Cóndor
de Achala: El majestuoso guardián de las sierras cordobesas
El Cóndor de
Achala, una de las aves más emblemáticas de la región de las Sierras de Córdoba en
Argentina, sigue siendo un símbolo de majestuosidad y resiliencia en los picos
más altos de la provincia. Con su envergadura imponente y su vuelo majestuoso,
esta ave rapaz ha cautivado la imaginación de generaciones, convirtiéndose en
un icono de la naturaleza salvaje de la región.
Un
habitante de las alturas:
El Cóndor de Achala
(Vultur gryphus), también conocido como cóndor andino, es una especie
emblemática de los Andes Sudamericanos. En Argentina, encuentra su hogar en las
escarpadas montañas de las Sierras de Córdoba, especialmente en las imponentes
cumbres de la región de Achala, de donde recibe su nombre.
Un símbolo de respeto
y admiración:
Para las
comunidades locales, el cóndor es más que una simple ave; es un símbolo de
respeto, admiración y conexión con la naturaleza. A lo largo de los siglos, ha
sido reverenciado por su papel como "guardián de las montañas",
observando silenciosamente desde lo alto y recordándonos la importancia de
preservar y proteger estos frágiles ecosistemas.
Importancia
ecológica:
El Cóndor de Achala
desempeña un papel crucial en el ecosistema de las Sierras de Córdoba como
carroñero y limpiador natural. Se alimenta principalmente de carroña, ayudando
a mantener el equilibrio de poblaciones de otras especies al eliminar animales
muertos y descomponer la materia orgánica. Su presencia es indicativa de la
salud y la biodiversidad del ecosistema.
Del Sitio Oficial de la Subsecretaría de Ambiente: https://www.argentina.gob.ar/interior/ambiente/accion/condor-andino
Cóndor: una especie clave en el equilibrio del ecosistema andino
Ficha técnica
Nombre científico: Vultur Gryphus
Descripción: longitud: 120 cm. Envergadura: 3 m. Pico blanco crema en el
extremo, negro en la base. Patas grises. Cabeza y cuello desnudos, color carne.
Desde el nacimiento, el macho presenta una cresta prominente. La hembra sin
cresta. En los adultos: a partir de los 6-8 años. El macho tiene iris marrón y
la hembra rojo. Ambos tienen un collar blanco abultado. Dorsal y ventral negro.
Alas y cubiertas externas negras con ancha franja blanca. Secundarias blancas.
Primarias negras. Cola negra.
Sub-adulto:
este estadío comienza a partir de los 4 años de edad con el surgimiento del
collar blanco en el cuello y culmina a los 6-8 años cuando el individuo alcanza
la madurez sexual y ya posee el plumaje característico de los adultos.
Juvenil:
Hasta los 4 años. Marrón con la cola y las primarias negras. Macho y hembra con
iris marrón.
Distribución: Cordillera de los Andes en Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú,
Bolivia, Chile y Argentina. En nuestro país abarca en su sector occidental
desde la provincia de Jujuy, Catamarca, Tucumán, Salta, en el norte, hasta
Tierra del Fuego y las Islas de los Estados, al sur. En la zona
centro-occidental abarca San Juan. Mendoza, Neuquén y Río Negro, y en la zona
central del país, las provincias de Córdoba, San Luis y La Rioja.
Hábitat y
hábitos: habita en terrenos montañosos.
Planea en corrientes de aire, pudiendo llegar a más de 8000 m de altura. Cuando
planea mantiene las alas extendidas horizontalmente y las primarias separadas
como dedos. Puede desplazar velocidades de hasta 50 km/h. Solitario o en
grupos. Nidifica en huecos o cuevas en las rocas. Pone un huevo blanco, que
mide aproximadamente 109,5-118 x 62,8-76,5 mm.
Principales amenazas: intoxicación por consumo de cebos tóxicos. Del Sitio Oficial de la Subsecretaría de Ambiente de la Nación
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Bien. La lectura de lsa notas precedentes dejan en claro que el cóndor no es un ave de presa sino carroñera; es un animal que se alimenta de cadáveres. ¿Por qué, entonces, la creencia tan difundida en el pasado de que mataba el ganado para alimentarse?
En el intento de encontrar una explicación razonable, se recurrió al
experimentado guía de montaña Enrique Carlos Bolsi, quien durante muchos años
ha recorrido el macizo de Achala y sus vertientes, dedicándose especialmente a
la observación de estas aves.
La creencia de que el condor “mataba” para comer, partía de una interpretación
errónea de su comportamiento, observado por peones y estancieros.
Los cóndores sobrevuelan continuamente las montañas en busca de algún
animal muerto o herido, ya sea para alimentarse o llevar comida a sus crías.
Las estancias ganaderas, en aquella época, solían tener cientos, y hasta
miles de vacunos, ovinos y caprinos que recorrían las quebradas en busca de
pasturas.
Ocasionalmente, alguno de estos animales moría, fuese por enfermedad o
accidente; por ejemplo, la mordida de un ofidio o desbarrancamiento.
En estos casos, los cóndores descendían y se formaban grupos numerosos que
daban cuenta del fallecido, pelándolo hasta los huesos. Si el animal estaba
moribundo, simplemente se posaban en las cercanías a la espera del seguro
desenlace.
Es probable que los peones de las Estancias observaran estas escenas de
varios cóndores en el frenesí de alimentarse, y dedujeran, erróneamente, que el
muerto había sido víctima del ataque de uno o más cóndores.
Cuando se da crédito a un relato, es
muy difícil desmentirlo.
EL CUESTIONARIO EN CUESTIÓN
Ahora veamos las preguntas del cuestionario, y las consiguientes respuestas que dieron los Jefes Políticos, cuyos nombres y cargos se mencionan a continuación:
1. Carlos N. Paz, Jefe Político de Punilla (AHPC, Obras Públicas, Año 1914, Tomo 3, Folios 188, 189 y 190)
2. Luis Ríos, Jefe
Político de Santa María (AHPC, Obras Públicas, Año 1914, Tomo 3, Folios 191,
192, reverso, y 193)
3. Santos Ortiz, Jefe
Político de San Javier (AHPC, Obras Públicas, Año 1914, Tomo 3, Folios 194,
195 y reverso)
4. Carmelo Ríus, Jefe
Político de Cruz del Eje (AHPC,
Obras Públicas, Añp 1914, Tomo 3, Folio 196 y 197. Respuestas del cuestionario
ilegibles)
5, Filemón
Carranza, Jefe Político de Calamuchita (AHPC, Obras Públicas, Año 1914,
Folio 198 y 199)
6. Cruz Lazcano, Jefe
Político de Sobremonte (AHPC, Obras Públicas, Año 1914, Tomo 3, Folio 200)
C U E S T I O N A R I O
1º) ¿Se considera
al cóndor como ave útil? ¿Por qué motivos? Indicar casos concretos si es
posible.
1.1 Carlos Paz
(Punilla): “Se considera útil para la industria, porque en los años 1905 a
1906 llegó a estas sierras una compañía de cazadores de Norte América, que pagó
por cada cóndor macho $16, y $11 por la hembra, pagándose actualmente en plaza $7
y $4 respectivamente”.
1.2 Luis Ríos
(Santa María): “Del cóndor, únicamente puede considerársele útil por el
aprovechamiento que se hace de su plumaje para ciertas industrias europeas”.
1.3 Santos Ortiz (San
Javier): “Se lo considera útil por el valor que representa la piel y el
plumaje”.
1.4 Carmelo Ríus
(Cruz del Eje): “Me permito también hacer notar a S.S. que es opinión
general de que debe tratarse de extinguir al cóndor por completo, pues son más
los daños que los beneficios que reporta”
1.6 Lascano (Sobremonte): “Informo a V.S. que el cóndor no existe en esta región, y que, si bien alguna vez ha entrado en esta, ha sido para perjudicar en la hacienda vacuna, atacando preferentemente a los terneros”.
2º) ¿Considera al
cóndor como dañino? ¿Por qué motivos? Indicar casos concretos si es posible.-
2.1 Carlos Paz (Punilla):
“Se le considera dañino, porque en los años 1905 a 1906, se hizo un cómputo por
los estancieros, Sres: Ferreyra, Amenábar, L. Román, Bazán, Guzmán y Vásquez,
calculándose desde las pampas de Olaín hasta Los Reartes, un total de 4.500 a
5.000 terneros e igual cantidad en animales de majada, muertos por los cóndores”.
2.2 Luis Ríos
(Santa María): “Es considerado el cóndor como ave dañoma, porque no tan
solo diezma el ganado menor, y mayor en su primera edad, sino que destruye la
piel en toda especia de ganado que se rezaga o cae en épocas de epidemia, en
cuyo estado hasta suele matarlo”.
2.3 Santos Ortiz (San Javier): “Se le considera dañiño porque se come a terneros chicos, y los lanares, sobre todo los corderos”.
3º) ¿Se conocen en
la provincia cazadores de cóndores? ¿Cuántos hay y en qué época del año se
dedican a la caza?
3.1 Carlos Paz
(Punilla): “No se conocen actualmente cazadores de oficio que se dediquen
exclusivamente a la caza del cóndor, pero sí en los años 1905 a 1906, existió
la compañía anteriormente mencionada, que dio caza a 2.800 cóndores, concluyendo
así con la especie, pues, hoy se considera casi nula la existencia del cóndor
en estas sierras; contándose casos aislados en que los mismos estancieros dan
caza a uno que otro”.
3.2 Luis Ríos
(Santa María): “La caza del cóndor se ha efectuado varios años por
cazadores de procedencia extranjera, quienes, estacionados sobre nuestras
sierras por algún tiempo, los han destruido en gran cantidad”.
3.3 Santps Ortiz (San Javier): “Actualmente no se conoce, pero en las sierras de esta Provincia, hsrá 7 u 8 años, hubo cazadores de cóndores, quienes lo hacían en toda época”.
4º) ¿Qué cantidad
de productos del cóndor se calcula que anualmente se producen en la provincia
(ó gobernación)?
4.1 Carlos Paz
(Punilla): “Desconozco la cantidad de productos que pueda prepararse del
cóndor al año en la provincia”.
4.2 Luis Ríos
(Santa María): “El único producto (véase respuesta 1) no tiene aplicación en
industrias del interior”.
4.3 Santos Ortiz (San Javier): “No puedo calcularlo por falta de base”.
5°) ¿Qué se
consideran menores, los perjuicios de la disminución ó desaparición del cóndor,
ó los daños que éste ocasionan?
5.1 Carlos Paz
(Punilla): “Se consideran menores los perjuicios de la disminución ó
desaparición del cóndor que los daños que éste ocasiona , por lo que dejo
corroborado la 2da. Respuesta”.
5.2 Luis Ríos
(Santa María): “Es considerada benéfica para la ganadería la extinción del
cóndor”.
5.3 Santos Ortiz (San Javier): “Se considera menor el perjuicio que pueda producir la la desaparición del cóndor, que el beneficio que este reporta”.
6º) ¿Cuáles son las
leyes, decretos ó reglamentos de la provincia que se refieren directa ó
indirectamente al cóndor, ó a su persecución, ó a su protección?
6.1 Carlos Paz
(Punilla): “No se conoce ninguna reglamentación de la provincia que se
refiera directa ó indirectamente al cóndor, a su persecución, ó a su protección”.
6.2 Luis Ríos
(Santa María): “No está reglamentada en la Provincia la caza del cóndor”.
6.3 Santos Ortiz (San Javier):
“Descoozco existan leyes o decretos que reglamenten la persecución o protección
del cóndor”.
7º) ¿Qué modificaciones se consideran necesarias?
7.1 Carlos Paz
(Punilla): “Ninguna, desde el momento que no existe reglamentación”.
7.2 Luis Ríos (Santa María):
“Véase respuesta anterior”.
7.3 Santos Ortiz (San Javier): “Que se haga por ley obligatoria la existencia del cóndor”.
8º) En caso de
estimar conveniente una reglamentación (ILEGIBLE) la época de veda y de procreo en esa región ¿en qué
época con… birla?
8.1 Carlos Paz
(Punilla): “La época de veda y procreo en esta región, es en los meses de
septiembre a diciembre, encontrándose en cada nido de uno a dos que vuelan recién
al año, debiendo prohibirse la caza en todo tiempo, ya que durante el año
cuidan a sus hijos, pero, a pesar de todo, es perjudicial por los enormes daños
que causa en las (ILEGIBLE)”.
8.2 Luis Ríos
(Santa María): “La época de caza verdadera es la comprendida entre el 1º de
septiembre y el 1º de marzo de cada año. Es cuánto puedo informar”.
8.3 Santos Ortiz (San Javier): “Para la extinción conviene más el invierno, en razón de que en esa época salen menos de los dormideros. Por datos adquiridos de personas conocedoras se sabe que el cóndor, desde que sale del cascarón hasta que se lanza al espacio, está en el nido un año., más o menos. Que en la época que vinieron los primeros cazadores a las sierras de Córdoba, había gran cantidad de este carnívoro, y quedan referencias de estos cazadores. El producido en un año fue de $30.000. Hoy se encuentra el ave referida en muy pequeñas cantidades, pues ha disminuido notablemente.
Carlos Paz eleva en devolución el cuestionaro contestado
(AHPC, Obras Públicas, Año 1914, Tomo 3, Foja 190)
Como se advierte, la mayoría de los funcionarios se pronunciaron en favor
de la persecución del cóndor hasta conseguir su desaparición; todos aludiendo a
los “daños” que estos causaban al atacar crías de ganado, con importantes
pérdidas económicas para los hacendados.
Y para reforzar este argumento, como contrapartida, destacaron el valor que
tenía su plumaje para la industria europea (estaba de moda los adornos de
plumas en la sombrerería).
No se encontraron registros sobre su “uso industrial” en nuestro país, ni
se conoce cuál era su demanda comercial. Se supone que su plumaje, y tal vez,
otras partes de su cuerpo habrían sido utilizadas por artesanos, aunque en
escala muy reducida.
Muchas preguntas surgen alrededor de esta cuestión:
¿A quién o a quienes le pagaban los cazadores por cada ejemplar capturado o
muerto?
¿Los estancieros encontraron por esta vía una interesante fuente de ingresos?
Tomando como
referencia los dichos de Carlos Paz, y calculando un valor promedio de $13 por
cada ejemplar, 2.800 cóndores capturados o muertos durante la campaña 1905-1906
representaron $36.400.-, una suma elevada para la época. ¿Los estancieros
embolsaron este dinero?
Acaso la versión de que los cóndores “mataban” las crías de su ganado ¿era
un argumento falaz para justificar la matanza?
La cantidad de 4.500 a 5.000 terneros “víctimas” de los cóndores, e igual
cantidad de corderos y chivitos, resulta una cifra disparatada ¿se trataba de
la excusa puesta en números?
El número de cóndores muertos durante la campaña de exterminio parece
exagerado, pero si se toma en cuenta que en el pasado, sin predadores
naturales, la población de estas aves habría sido muy numerosa, la cifra no
sería del todo irreal.
Ahora ,cabe
preguntar… ¿resulta fácil cazar un cóndor?
El guía Enrique Bolsi, quien ha ido muchas veces de “cacería fotográfica”,
dice que la cacería del cóndor se facilita cuando este se alimenta, momento en que
es vulnerable.
Debido a que vuelan a gran altura y sus nidos se encuentran en lugares
inaccesibles, para poder dispararles se los “invita” a descender, colocando como
cebo un animal muerto.
Una vez en tierra, con su estómago lleno, se vuelven pesados y les cuesta
remontar vuelo. En esta circunstancia pueden ser abatidos con cierta facilidad,
e incluso, capturados.
º º º º º º º º º º º º
Es prácticamente imposible que pueda comprobarse la veracidad de las afirmaciones hechas por Carlos Paz y los demás jefes políticos. Sin embargo, son notorias las coincidencias.
Esta crónica nos remite a una época de oscurantismo en el conocimiento de
la vida silvestre de nuestras sierras.
Se sabe que cazadores de toda procedencia continuaron llegando a las
sierras de Córdoba en las décadas siguientes, procurando cóndores para sumarlos
a su lista de trofeos. Algunos fueron embalsamados y pasaron a integrar la
colección de un museo, ó bien la decoración de la sala de estar de alguna
mansión. Otros quedaron inmortalizados en envejecidas fotografías que los
muestra junto sus orgullosos victimarios
Lamentablemente, a pesar del trabajo mancomunado realizado por
organizaciones ambientalistas; de las acciones de resguardo y rescate ejecutadas
por la Subsecretaría de Ambiente; de las campañas de concientización ciudadana;
de la creación de Áreas Protegidas y reductos específicos como el Parque
Nacional Quebrada del Condorito; y de la legislación punitiva vigente; los
cóndores continúan siendo objeto de persecución y muerte, llevando a la especie
al borde de la extinción.
La cacería furtiva del cóndor no se ha detenido, solo adoptó otras modalidades.
Por otra parte, la utilización indiscriminada de cebos envenenados por los
productores agropecuarios, son en la actualidad el principal motivo de
preocupación de autoridades ambientales.
El destino del cóndor andino está en nuestras manos, y no queda mucho tiempo para salvar a esta ave majestuosa de su nuevo holocausto. Dependerá de nosotros la posibilidad de continuar observando su vuelo majestuoso sobre las Altas Cumbres. Caso contrario, solo nos quedará un papel moneda sin valor para recordarlo…
Se agradece la
colaboración de:
-
Equipo de Atención al Público del Archivo Histórico de la Provincia de Córdoba, por la búsqueda,
digitalización y envío de documentación.
-
Oscar
Herrera Gregorat, diseñador gráfico, por la edición de imágenes y lectura de
contenidos.
Gracias por el magnifico relato de esta ave andina cantada por LUGONES,JOSE HERNANDEZ ,GUIRALDES Y ALFONSINA STORNI ( entre otros )
ResponderEliminarMuchas gracias por tu interés y por haber leído hasta el final saludos cordiales
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