1917: De curas y maestras

                                        por Jorge E. Etchevarne


        La siguiente es una carta publicada por el diario "Los Principios" en su edición del 11 de abril de 1917. Su autoría es anónima, modalidad que en esa época era permitida, aunque es seguro de que el director del medio de prensa supiese de quién se trataba.

         La carta aborda dos cuestiones. La primera se refiere al “éxito” que tuvo la gestión realizada por Carlos Paz para conseguir un sacerdote de la Orden Franciscana que viniese al pueblo para celebrar los rituales de la Semana Santa en la capilla donada por él.

         El segundo aspecto trata sobre la falta de una escuela y de la necesidad que hay de ella. Resulta sugestivo esta manifestación porque evita mencionar que la escuela en realidad existía, pero había sido cerrada por el gobierno radical para beneficiar a los vecinos de San Antonio y perjudicar a los de Carlos Paz (ver en este blog "El pueblo sin escuela”, en parte II)

            No sería de extrañar que el anónimo “pobre vecino” fuera en realidad el mismísimo Don Carlos Paz, quien usualmente utilizaba la estrategia de no exponerse sino reclamar a través de terceros, a veces inventados. Aquí va la nota:

 

Por los departamentos

Las últimas fiestas

 

Los Puentes, Abril 8 — Como se sabe, cuando se inauguró el camino a Las Cumbres, también se inau­guró en esta población de “Los Puentes” una capilla hecha cons­truir por el señor Carlos Par. En esta capilla hemos tenido durante el verano misa casi todos los días festivos, asistiendo los vecinos y las familias veraneantes.

Mas esto no es lo que precisamente deseo comunicarle al señor Director, sino lo siguiente:

Debido a la caballerosidad del señor Carlos Paz, a quien altamente quedamos agradecidos, dicho señor solicitó del R. P. Superior de los Padres Franciscanos de Córdoba, se dignara mandar un sacerdote de esa comunidad para que en los días de Semana Santa nos diera una pequeña misión, para prepararnos al cumplimiento con el Precepto Pascual; y en efecto, dicho R Padre nos mandó el R.p Albarracín, quien se vino el sábado 31 de Marzo, víspera del domingo de Ramos.

El P. Albarracín, inmediatamente de llegar, dió principio a la misión, celebrando todos los días la Santa Misa y predicando la palabra Divina de un modo sencillo, práctico y convencible, de modo que todos pudiéramos entender.

Los frutos obtenidos han sido nuy abundantes, pues todos los días se acercaban a la sagrada mesa un buen número de fieles, y muy especialmente el Jueves Santo, en cuyo día la comunión alcanzó al número de 254, número para esta población, y para ser uno solo el sacerdote misionero, es bastante numeroso. De modo que, con esta pequeña misión de cinco días, ha reunido en este pequeño vecindario “Los Puentes”, el espíritu religioso.

Quiera Dios siga fructificando en esta pequeña grey, la palabra evangélica de su ministro.

Además, señor Director, quiero también poner en conocimiento del público, que como ya en esta localidad se encuentran algunas familias reunidas, de consiguiente existe un buen número de niños, el que alcanzará más o menos ochenta.

Es cierto que, entre estas familias hay algunas, aunque muy pocas, que pueden mandar sus hijos a la ciudad para que asistan al colegio, pero la mayor parte somos pobres, que no podemos hacer esto, algunos no tenemos ni en qué puedan ir los niños al colegio, pues la distancia de dos leguas que hay a la escuela de San Antonio, que sería la más cerca que queda de Los Puentes, vendrían ser cuatro leguas de ida y vuelta, yo creo señor Director, que sin dejar que exista la escuela ubicada en San Antonio, porque a aquella vecindad le hace notable falta; por ser la única escuela que está al Sud del Departamento Punilla, repito, sin menoscabo de aquella; aquí en Los Puentes, se hace de suma necesidad una escuela por ser centro de una naciente población, y por el número de niños que existe, como también por la razón expuesta más ante.

Esperamos que el H. Consejo de Educación nos quiera hacer este acto de justicia. — 

UN VECINO.


Comentarios

  1. Muy linda esta historia , y cierta !! el esfuerzo de la gente y abnegacion para mandar los chicos al colegio y tener nuestra Iglecia con un sacerdote..

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