1932: El origen de Villa San Nicolás

Libro editado por Quo Vadis, 2013, reeditado en 2015

Título: La estancia Santa Leocadis y el origen de Villa San Nicolás

Autor: Jorge ERnrique Etchevane

 Ensayo sobre el origen de esta pequeña y explosiva urbanización cercana a Villa Carlos Paz.





Anticipo Literario 

septiembre 2014

 

          ¿Cómo creció la idea de este trabajo de investigación histórico-geográfico sobre una pequeña localidad como lo es Villa San Nicolás?

           Llegué a Villa San Nicolás por primera vez en marzo de 1996, diría por casualidad, o mejor dicho, por causalidad, ya que debía encarar un trabajo de investigación vinculado a mi carrera de profesorado y buscaba en las cercanías de Carlos Paz una población acotada en el espacio geográfico. Mi objetivo era determinar su función en el entramado urbano regional. En aquel entonces no tenía experiencia en investigación social y consideré que este lugar reunía las condiciones ideales para realizar un trabajo de campo a la medida de mis posibilidades. Claro que “aquella” San Nicolás, dieciocho años atrás, era muy distinta a la que transitamos hoy en día.

 

          ¿Cómo desarrolló su trabajo y cuánto tiempo le demandó?

         La primera etapa me llevó un año de trabajo, dedicándole casi todos los momentos libres que disponía. Fue muy arduo ya que no había antecedentes ni fuentes de datos a dónde recurrir. A los fines estadísticos y censales, San Nicolás se consideraba una población rural del departamento Santa María. No existía información específica sobre su población ni sus características, y la que se encontraba en dependencias municipales de Malagueño era muy elemental. Para conocer San Nicolás caminé sus calles, recorrí los alrededores, entrevisté a sus pobladores, hice un censo y diseñé un cuestionario, todo lo cual me permitió conocer su realidad. Fue, digamos, un trabajo artesanal. Mi análisis e interpretación, así como la información relevada, se volcaron en un informe académico que presenté a fines de 1996.

 

          Pero entonces ¿qué relación hay entre su trabajo anterior y el libro que está a punto de presentar?

           Bueno, aquí viene la segunda etapa de elaboración y el nacimiento del libro. Si bien mi trabajo de 1996 se refería casi exclusivamente a variables de tipo cuantitativo y cualitativo cuya vigencia son, por su propia naturaleza, de carácter temporal, estaba precedido por una introducción histórica que oficiaba de marco referencial. Y aunque esta reseña era breve, despertó el interés de mucha gente que la leyó y sus comentarios gestaron en mí la idea de rastrear los orígenes del pueblo y reconstruir la vida de sus primeros habitantes. Una de las cuestiones que me llamó la atención cuando llegué a San Nicolás fue que nadie supo explicarme la razón del nombre, y que las referencias sobre el pasado del lugar eran muy vagas. Estas observaciones despertaron mi curiosidad y quise llenar ese vacío de información, aunque no pude abordar el tema sino hasta mucho tiempo después. Cuando el año pasado se cumplió el centenario de Villa Carlos Paz, encontré la oportunidad y el justificativo para encarar este ensayo histórico, ya que Villa San Nicolás tuvo su origen a partir del fraccionamiento de la antigua estancia de Carlos Paz.

 

¿Cuáles fueron sus fuentes?

 Muchas y de diversa índole. Todo investigador tiene cierta obsesión por encontrar las pruebas que le permitan corroborar o desestimar la historia oral, que siempre es subjetiva. Yo no escapo a esta obsesión por el documento, por “el papel”. Muchas veces ello no me fue posible, sea porque los documentos no existían, se habían perdido o simplemente no los pude encontrar. No obstante, a pesar de las dificultades, tuve la suerte de hallar  información útil para mi trabajo en los archivos históricos de la Provincia (hay tres en Córdoba capital), hemerotecas y registros catastrales. Y por supuesto, fueron muy importantes los aportes testimoniales de personas que, directa o indirectamente, estuvieron relacionados con Villa San Nicolás y su gente a través del tiempo.

 

          La historia está conformada no solo por el espacio geográfico, sino también por la dimensión social. ¿Fue difícil rastrear y rescatar personajes ligados a San Nicolás?

          Sí, lo fue, sobre todo porque mi investigación se enfocó en los primeros tiempos del pueblo, y hoy prácticamente no quedan testigos vivos de aquella época. De gran valor resultaron para mi los registros parroquiales y civiles; con ellos pude reconstruir la genealogía familiar de mis personajes, ponerles nombres, fechas y lugares a sus antepasados. Incluso encontré parientes desconocidos para sus propios descendientes. Fíjese que los personajes que abordé en mi libro provienen de todas las clases sociales; tanto son personas influyentes como ignoradas, famosas como desconocidas. No hice distinción porque cada uno de ellos dejó su huella en este pueblo y tiene algo interesante para contarnos.

 

          Si San Nicolás se inscribe, según su investigación, dentro de lo considerado como fenómeno de expansión turística que ha quedado relegado y escindido del crecimiento de Villa Carlos paz, ¿Cree que la fisonomía del lugar aún puede transformarse? ¿Cómo?

          La fisonomía a la que usted se refiere, los geógrafos lo interpretamos como “morfología urbana”; es el aspecto que presenta la ciudad ante nuestros ojos, y está compuesta de diversos elementos como calles, casas, comercios, cartelería, etc, que en conjunto conforman el “paisaje urbano”. Este paisaje, tal como ocurre con un paisaje natural, nos transmite señales que movilizan nuestro sentido estético. El paisaje de San Nicolás se percibe como caótico, desordenado, anacrónico, por momentos ofensivo y asfixiante. El plano de esta población tiene mucho que ver en estas sensaciones. San Nicolás fue fraccionada en lotes con superficies mínimas, de medidas lógicas en una gran ciudad pero totalmente inapropiadas para crear una “villa serrana”. Ello ha generado una concentración edilicia que excede lo deseable para un lugar residencial, no es concordante con el entono, y nos trasmite una sensación de hacinamiento. Sobre esta cuestión es poco lo que se puede hacer.  

 

          En su libro hay indicios claros de una mixtura en los orígenes de la localidad en cuestión que distan de los deseos de quienes trazaron aquí, un proyecto poblacional. Así podemos descubrir a los primeros pobladores de San Nicolás ligado a las faenas propias de puesteros de una estancia mayor, luego, a la industria minera de la zona,  más tarde, como zona habitacional de la gente que trabajaba en Carlos paz, y furtivas personas que recurrieron a la famosa ley de “Tierras del futuro” que desencadenaron posesiones de lotes que legitimaban lo ilegítimo  y finalmente, un sector que se incorpora vertiginosamente en los últimos cuatro años, bajo el fenómeno de expansión territorial, ¿Cómo cree, entonces,  que se va a configurar este entramado de pobladores en la nueva San Nicolás?

             Sin duda la localidad está consolidando, de manera espontánea, su perfil residencial con cierto sesgo industrial, asumiendo funciones complementarias de los centros urbanos próximos. La característica que destaca a los últimos inmigrantes, radicados casi todos en la Segunda Sección, es su iniciativa. Llegaron al lugar cargados de expectativas y sueños. Su dinámica va a arrasar con el “quietismo” de los anteriores, creo que para bien de todos.

 

            Desde sus conocimientos de investigador social ¿Cree que puede constituirse el actual barrio San Nicolás, con una identidad pobladora que borre las fronteras de los distintos estratos sociales: “San Nicolás Primera Sección” vs “San Nicolás Segunda Sección?

             Bueno, por el momento se advierte una fuerte diferenciación social entre la Primera y la Segunda Sección, que no es sino el resultado de sus disímiles orígenes. Esa situación se refleja en los medios y modos de vida de quienes habitan uno y otro sector. Creo que sus habitantes afrontan el desafío de integrarse y la tarea no será fácil. La percepción que tengo es que cada sector vive su propio mundo y hay desconexión entre ellos. En estos casos las instituciones sociales y deportivas cumplen un rol fundamental. Creo que deben fortalecerse las existentes y crear otras nuevas para amalgamar a la sociedad de Villa San Nicolás detrás de objetivos comunes, disminuyendo así las tensiones sociales que podrían surgir. Sería interesante poner en marcha una emisora de radio comunitaria y fomentar actividades culturales que involucre a todos.

 

            Según su trabajo, ¿Cree que puedan ambos sectores unificarse en un solo  proyecto en pos del progreso de este barrio de Malagueño para lograr la autonomía como  una Villa propiamente dicha?

          Creo que es posible encarar una acción común, siempre y cuando las acciones no dependan de los individuos sino de sus instituciones. El primer paso sería formar una comisión vecinal con representantes de ambos sectores. Esa comisión debería atender las inquietudes particulares y buscar soluciones a los problemas comunes. Con el correr del tiempo podría definir objetivos de autogestión y elaborar un proyecto más ambicioso. Sin embargo, lo primero que debería determinarse es qué tipo de San Nicolás quieren sus habitantes para sí, y luego definir políticas conducentes a lograr ese ideal colectivo.

En lo personal creo poco probable que pueda lograrse la autonomía de Villa San Nicolás, simplemente porque la tendencia de desarrollo urbano en nuestro país es hacia el aglutinamiento y no hacia la fragmentación. Una población se hace autónoma cuando puede definir políticas de desarrollo independiente y vivir de sus propios recursos. Según la legislación, por su cantidad de habitantes Villa San Nicolás podría ser declarada Comuna, pero creo que falta madurar mucho para llegar a ese estadio.


Por último, Jorge, los engaños de antaño son denuncias en el presente. Un lago que se dibuja y promociona terrenos contiguos atrae a vulnerables, a inocentes. El sueño de ese camino, de esa ruta que reduciría  distancias y que generó, la creación de la hostería fue la seducción actual con la que se logró la nueva urbanización, la Segunda Sección.

            El límite entre las distintas épocas se desdibuja a la hora de favorecer intereses económicos…. ¡Parece que en estos nuevos tiempos hace falta imaginación para crear una villa!

            Metafóricamente hablando, ¿Cree que resurgirán las vertientes, aquellas del año 77, para aplacar la sed de este nuevo pueblo, o que la fiebre del oro remozará para atraer y enardecer nuevos osados proyectos? ¿O considera que San Nicolás necesita nuevos videntes que crucen la trastienda y los albores de las primeras calles para mostrar la belleza oculta que yace “del otro lado” del Cerro de la Cruz?

        La especulación inmobiliaria apeló siempre a estrategias similares para vender su producto. En la actualidad, a los especuladores de principios del siglo XX se los denomina “desarrollistas” y esgrimen argumentos parecidos a los de antaño. La publicidad engañosa ha existido siempre, y más en este rubro. Aún hoy se utiliza la imagen del lago San Roque para promocionar los loteos situados sobre la autopista a Carlos Paz. En cuanto a San Nicolás, las aspiraciones que tuvieron sus mentores de transformarla en una villa veraniega pertenecen al pasado. Era otra época, otro país; las personas eran más crédulas y desinformadas. Hoy el lugar se ha consolidado como un sector residencial alternativo de rápida expansión, a tal punto que la demanda se servicios supera cualquier posibilidad de respuesta de las autoridades municipales. El porvenir de esta localidad cambiaría favorablemente si se construyera el anhelado camino alternativo por la quebrada de la aerosilla. El futuro dirá.

 


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