1915: Paseo a Carlos Paz
por Jorge Etchevarne
El 31 de enero de 1915,
un cronista del diario “Los Principios” emprendió un viaje de reconocimiento al
pequeño pueblo de “Carlos Paz”.
No se sabe si lo hizo movilizado
por su curiosidad periodística, o bien, incentivado por quien estaba interesado
en divulgar las bondades del pueblo veraniego que acababa de crear: Don Carlos
Nicandro Paz.
Cualquiera haya sido la razón, lo cierto es que el nombre “Pueblo Carlos Paz” apareció, quizás, por
primera vez, en la prensa de Córdoba
El periodista aclaró, de
entrada, que a este pueblo se lo conocía como “San Roque”, pero que en adelante
debía ser llamado “Carlos Paz”, por ser esta última la denominación correcta.
Llama la atención esta observación porque no
era habitual que periodistas de la capital estuviesen al tanto de los cambios de toponimia, sopbre todo uno tan reciente.
Resulta obvio que fue Carlos Paz quien lo anotició del nuevo nombre que le había impuesto a "su" pueblo, a pesar que él mismo se refería a “Los Puentes” como su lugar de
residencia, seguramente para evitar confusiones, pues así era conocido por todos.
El cronista de “Los
Principios” hizo el paseo invitado por un amigo -según dice- semanas después de
la inauguración de las obras del camino a “Las Cumbres”, acontecimiento que
tuvo amplia cobertura periodística de ese medio.
¿Acaso el autor sintió
la necesidad de regresar al pueblo que había “descubierto” durante su misión
periodística? ¿O había sido invitado por su fundador para que volviese en el transcurso
de la temporada de verano?
Dejando de lado las
especulaciones, el relato que sigue, una vez acostumbrado el lector a las
exageraciones propias del lenguaje periodístico de la época, le permite disfrutar del
viaje y vislumbrar cómo era aquella villa,
Aquí vamos…
Diario “Los Principios·
Córdoba, jueves 4 de febrero de 1915
EL PUEBLO "CARLOS PAZ"
Un día en las sierras
IMPRESIONES
DE UN CRONISTA
No es, por cierto, un
programa que algo fuera de lo vulgar, salir un día festivo a pasarlo en el campo.
Por esto, claro está, confieso sinceramente que hasta momentos antes de llegar a
«Carlos Plaz», ni siquiera se me había ocurrido que más tarde ahí contemplaría
aquel rincón privilegiado de nuestras sierras, había, de pensar en la necesidad
de escribir estas líneas.
¿Qué había de decir en
materia de excelencias climatéricas y topográficas, que no baya sido dicho
hasta la saciedad, del trayecto por la sierra hecho en el Argentino del Norte,
de Cosquín, La Falda, Huerta Chande, La Cumbre, Capilla, Alta Gracia y los
lugares adyacentes, puntos todos conocidos por el que esto escribe?
Sin conocer «Carlos Paz» y sus alrededores,
imaginábame aquel lugar como uno de tantos de nuestras sierras, restándole de
loe que conocía, como las facilidades de traslado y comunicaciones que,
ignorante mente conceptuada, no las tenía en cuenta.
Empero, la
realidad se ha encargado de sacarme del error en que respecto a esto había
permanecido.
Sin pretender hacer
propaganda alguna, ya que en ello no me va el más mínimo interés, cumple a mi
modalidad de fiel cronista decir que “Carlos Paz” es a mi juicio, el mejor rincón
de las sierras de Córdoba, para la vida veraniega.
El relato de las
impresiones que he traído del hermoso día allí pasado, será en cuanto de mi
dependa fiel reflejo de lo que afirmo.
Los 35 km de distancia,
al punto de nuestro destino, se inician al comenzar la calle macadanizada de
San Roque, después de salvar la bajada empedrada del mismo nombre, al sur de
Pueblo Nuevo de esta ciudad.
La referida calle, tanto
por su pavimentación como por las hermosas arboledas y quintas que vemos a uno
y otro de sus costados, con el riego del canal inmediato es capaz de producir,
es una hermosísima vía que francamente hace honor a Córdoba.
Se extiende esta
arteria en una longitud de 15 km en línea recta hacia el oeste hasta las
inmediaciones de Yocsina. Pasado este punto, el camino no es macadamizado; pero
como si lo fuera, dadas las excelentes condiciones de vialidad en que se encuentra.
De Yocsina al oeste, el
camino se interna en la sierra, con sus mil y mil vueltas a que la propia
topografía del terreno obliga, pero sin que esta circunstancia lo haga
desmerecer un ápice; al contrario, es más firme, y de consiguiente, la
macadanización es innecesaria en absoluto.
Nos encontramos a la
mitad del camino, más o menos, y en plena sierra, hemos parado para dar un
descanso a nuestro tiro, cuando, por fortuna, nos alcanza un auto de un amigo.
No hay para que decir
que somos invitados para conducirnos a nuestro destino; ni tampoco, por cierto,
que ni siquiera tuviéramos en aceptar. Dejamos nuestro modesto carricoche a un
peón que nos lo ha de conducir enseguida, para el regreso por la tarde.
Seguimos viaje, y a
poco andar, llegamos a la cumbrecita, desde donde se contempla, en toda su
imponente magnificencia, el lago San Roque.
Atravesamos “El Zaguán”,
que no es sino un hermoso corte de roca de varios metros de altura, forma que
ha sido necesario practicar para dar curso al camino. Es un verdadero cajón que
indudablemente tiene sus peligros, por cuanto es sumamente fácil el que allí se
produzcan colisiones de vehículos por los recodos de altos peñones que impiden
dominar el camino. Veinte minutos después de haber cambiado de vehículo, llegamos
a
Al mismo pie de la
sierra y hacia la parte sur del grandioso lago, preséntase hermoso, pintoresco,
con encantadoras perspectivas para los cuatro puntos cardinales, el pueblo “Carlos
Paz”
Toda la edificación es
moderna, sólida y elegante. Chalets y edificios con todas las comodidades
imaginables al gusto más exigente. Todo el pueblo está dotado de aguas
corrientes y las casas cuentan, entre otras comodidades no comunes entre las de
campaña, con cocina económica y w.c. con inodoro.
La característica de elegancia y buen gusto que uniformemente distingue a toda la edificación, como así también, y esto de muy principal manera, la ubicación, topografía y clima, verdaderamente excepcionales, son condiciones de inapreciable valor que harán de “Carlos Paz” el punto descollante de veraneo en los próximos años, porque tiene y sabemos que ha de tratar de conservarse a toda costa, el gran prestigio de que allí no hay enfermos.
EN
CASA DEL FUNDADOR DEL PUEBLO
El establecimiento del señor Paz es indudablemente uno de los mejores de la provincia.
LOS
ALREDEDORES
Es un bonito edificio
de construcción sencilla, si se quiere, pero sólida, elegante y moderna. Su
interior está bien decorado, con exquisito buen gusto y propiedad.
Notamos solo la
carencia de una buena alfombra y de escaños para asiento de los fieles.
Francamente, esta falta nos chocó, porque no condecía con el aspecto general. Casi
podría decirse que era lo único que faltaba.
Posteriormente a
nuestro regreso a esta, hemos recordado estas circunstancias y alguien,
conocedor de ella, nos ha manifestado que se debe a que ambas cosas han sido
prometidas de donar a la iglesia por un legislador provincial, lo que, dícese,
indudablemente lo hará en breve.
Como dijimos, poco
después salimos a recorrer los alrededores. Esta gira no hace sino confirmarnos
en el alto concepto que de “Carlos Paz” hemos formado, desde el primer momento,
en cuanto respecta a la excelencia de sus aires y a lo pintoresco de sus
perspectivas.
Son parajes tan
magníficamente espléndidos que no en es posible visitarlos con indiferencia. La
naturaleza se hace allí admirar.
Tomamos el camino que
conduce a Bosque Alegre y Alta Gracia, recientemente construido, y que
probablemente será inaugurado el 28 del corriente.
Pasamos por frente a la
capilla de San Antonio, dónde pasan la temporada los padres franciscanos, algunos
de los que van a decir misa a diario en “Carlos Paz”.
En el trayecto hemos
visto al punto inicial del camino a Las Cumbres, cuya inauguración de las obras
tuvo lugar hace un mes, como se recordará.
La segunda sección de
este camino, la más dificultosa indudablemente por la naturaleza del terreno
hasta llegar a la cima de Achala, sería sacada a licitación en los próximos
días de marzo.
Regresamos a “Carlos Paz”
y nos dirigimos hacia el norte por el camino que va a Bialet Massé y Cosquín, y
que arranca de “Los Puentes”.
Por esta arteria
admiramos el gran lago San Roque en toda su magnificencia, desde el confín sur
del mismo hasta el imponente paredón.
“Carlos Paz” está
doblemente comunicado con la estación Casafousth, al extremo Norte del lago,
por vía marítima, diríamos, y terrestre.
Un hermoso camino de
automóviles y las lanchas que hacen el servicio de vado, paseo este hermosísimo,
como se comprenderá.
Hacia el oeste de “Carlos
Paz” se presenta el gran establecimiento de los jesuitas, donde estos
religiosos veranean.
Poco antes de llegar a
la población, en el camino que va desde esta y el pie de un hermoso e imponente
cerro, encuéntrase la antigua mansión del señor Paz, que como la que ahora
ocupa, es un cómodo y amplio establecimiento. provisto de todo aquello cuanto
es necesario para la vida veraniega.
Esta hermosa residencia
será ocupada entre hoy o mañana a más tardar, según informes que tengo, por 50
niños que serán traídos de Buenos Aires, de las Colonias de Niños Débiles de la
Sociedad Escuelas y Patronatos, para pasar el verano. Además de la población
infantil, vendrá también el personal directivo correspondiente.
Cómo se comprenderá, esta preferencia por este punto, de parte de la Sociedad Escuelas y Patronatos, es harto significativa y elocuente en orden a las indiscutibles excelencias climatéricas que presenta.
PROGRESOS
DE LA POBLACIÓN
También en breve se
prolongará hasta allí la línea telefónica, con la que la población incorporará
a sus adelantos uno de los más importantes, como es el de las comunicaciones de
este género.[i]
De este hecho informa el
telegrama que damos a continuación, enviado por el ministro de Obras Públicas,
con fecha reciente, al jefe político, señor Paz:
Compláceme en comunicarle que he dejado instrucciones al Superintendente de Riego, ingeniero Roqué, para que sea prolongada la línea de teléfono hasta San Roque. Ruégole las haga saber a los dignos señores que se interesan por ello. Ssaludarle atentamente, J.V. González, ministro de Obras Públicas
LAS
FAMILIAS QUE VERANEAN
Del doctor Antenor de la Vega, del mayor Arturo Molinari,
del señor Octavio Olmedo, del señor Clodomiro Corvalán, del ingeniero Horacio
González, del señor Emilio Dianda, del Señor Jorge Meroni, del doctor Luis Martínez
Villada, del doctor Félix Paz, del señor Garzón Aguirre, de la señora viuda de Yrigoyen,
del doctor Ignacio Garayzábal, del señor Nazario Calderón, del doctor Leopoldo
Román, del señor José Peña, del señor Hugo Leban, del doctor Justo Sosa, del
doctor Ignacio Morra, del doctor Fernando García Montaño, del señor Sverio
Obregón, de la señora Segunda Ferreira de Olmedo, del señor Manuel Perea Muñoz,
de la señorita Eugenia Gastañaga, de la señora Celsa Rodríguez de la Torre, etc.,
etc.
EL
REGRESO
A las 5 p.m. emprendimos El regreso a esta ciudad pleno el espíritu de grandísimo impresiones y altamente reconocidos a las exquisitas atenciones de la familia de Paz. J.F.M.
[i] La gestión de prolongar la línea
telefónica que comunicaba al dique San Roque con la Superintendencia de Riego, no tuvo écito, a pesar que el estanciero prometía
donar los materiales necesarios para construirla. El 8 de octubre de 1914 se informó que esta línea era de exclusivo uso del encargado del dique, El hecho que Carlos Paz hiciera trascender en "Los Principios· que tal extensión se haría pronto, en realidad ´rl ya sabía que habçian rechazado su pedido. ¿Fue una manera de presionar a las autoridades hacer pública la nota que se reprodujo en el medio?
Nota del Autor.: Las fotografías que acompañan el texto son ilustrativas, no fueron publicadas con la nota original, y pertenecen a la colección de Eldor Bertorello
Excelente!!! Gracias Jorge
ResponderEliminarTe felicito Jorge, una excelente nota. Abrazo
ResponderEliminarGran investugación, Jorge. Derriba muchos hitos establecidos hace tiempo al aportar nuevos datos.
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