por Jorge Enrique Etchevarne
Esta es una crónica que nunca debió haberse escrito, pero que,
lamentablemente, forma parte de la historia de nuestra escuela, y por lo tanto,
de nuestra ciudad.
Trata sobre una rivalidad política que de lo personal se trasladó a lo
público y terminó confrontando a dos comunidades vecinas que se
disputaron la posesión de una escuela como si fuese un botín de guerra.
LA HISTORIA DESCONOCIDA DE LA ESCUELA "SAN ROQUE"
Las historias de las instituciones se parecen de
alguna manera a las historias personales; hay épocas buenas y malas, se tienen
éxitos y fracasos, logros y frustraciones. La escuela “San Roque”, que
hoy todos conocemos como “Carlos N. Paz”, no fue la excepción.
Tiempo atrás me referí a los inicios de esta
institución, señalando los yerros que se cometieron cuando se pretendió
establecer la fecha de su creación, lo que dio lugar a conmemorar en 2011 un
centenario que no fue tal.
Ahora relataré un hecho acaecido pocos años después,
durante un período sobre el cual poco y nada se conoce de nuestra escuela, pero
que no fue intrascendente como parece sugerir la falta de información, sino,
como ya veremos, todo lo contrario.
LA ESCUELA QUE SE HACE DESEAR
Hacia fines del siglo XIX, cuando Los Puentes [1] apenas
era un caserío al borde del camino nacional, San Antonio de Arredondo, dos
leguas hacia el sur, conformaba un pueblo ya consolidado, siendo el único sitio
relevante de esta parte de Punilla que aparecía en los mapas de la época.
La habilitación de la capilla consagrada a San
Antonio de Padua, construida por la orden franciscana en 1891 -que vino a
reemplazar en la práctica a la desaparecida bajo el lago San Roque- congregó en
ella a los fieles de toda la zona, incluidos los que habitaban en Los Puentes,
carentes de templo religioso.
Progresivamente San Antonio fue adquiriendo
importancia y en 1910 ya contaba con autoridad policial, juez de paz y hasta su
propio cementerio, aunque la apertura del registro civil debió esperar hasta 1919.
No obstante estos adelantos, San Antonio carecía de
una escuela pública. La única disponible en muchas leguas a la redonda estaba
en manos de los franciscanos, quienes impartían a los niños una instrucción
elemental asociada a la formación religiosa en una casa rústica cercana al
convento.
Mientras tanto, en Los Puentes se sufría la misma
carencia. Al no contar tampoco con una escuela, la instrucción de los pequeños
estaba a cargo de una maestra particular contratada por el matrimonio Paz. Aún
así, muchos no podían concurrir a sus clases y permanecían analfabetos.
Pero esta situación pronto cambiaría.
NACE LA ESCUELA "SAN ROQUE"
A principios de 1910 Carlos Paz impulsó la creación
de una escuela pública en Los Puentes cuando advirtió que la cantidad de
menores que debían escolarizarse alcanzaba una cifra considerable.
Y no solo por esa razón. La existencia de una
escuela era considerada un factor de progreso para cualquier población y nuestro
fundador intentaba lanzar su villa hacia el futuro.
Con esa finalidad en febrero de ese año elevó una solicitud
al ministro de Gobierno, Educación y Justicia, la que hizo suscribir por varios
vecinos, la mayoría empleados en su estancia.
Para fundamentar el pedido adjuntó un listado con el
nombre de 44 niños y niñas del pueblo y alrededores, incluidas cuatro de sus
hijas, y ofreció una casa en alquiler para el funcionamiento de la escuela.
Un inspector de la Sexta Sección escolar se trasladó
a Los Puentes y luego de comprobar la veracidad de lo argumentado dio su visto
bueno, dando origen al expediente “I” N° 159 “Informe requerido acerca de la
creación de una escuela en San Roque”.
Sea por sus relaciones políticas con los
funcionarios de turno o por la eficiencia de la administración escolar, lo
cierto es que el trámite de aprobación resultó expeditivo y el día 19 de abril
de 1910 el presidente del Consejo de Educación, José Cortés Funes, firmó la
resolución respectiva. Se creó así la escuela fiscal de tercera categoría denominada
“San Roque”.
El 20 de mayo de 1910 se designó a la joven María
Waldina Pellerín, de 19 años, oriunda de Río Primero, como su primera maestra y
directora. Aunque no tenía título, Waldina se había capacitado en las Academias
Temporales de verano, cursos organizados por el Consejo de Educación con el fin
de preparar maestros express ante la
escasez de egresados de las escuelas normales.
Ser maestro rural en aquella época era una profesión
por demás sacrificada. El sueldo era ínfimo, menor al de un ordenanza de la
administración pública provincial, lo que apenas le permitía sostenerse.
El docente debía residir en el lugar donde se
encontraba la escuela y ocuparse, además de la enseñanza, de las tareas de aseo
y mantenimiento. Si tenía suerte, podía vivir en la misma escuela, aunque
muchas veces estas no pasaban de ser un rancho carente de todo servicio y nulas
comodidades.
Era común, salvo que mediara favoritismo, que las
designaciones se hicieran en destinos alejados de sus lugares de origen, ocasionando
desarraigos que atentaban contra la estabilidad y la permanencia del maestro.
El reglamento era muy severo con las mujeres,
colmado de obligaciones y prohibiciones. Muchas maestras, agobiadas por tantas
cargas, abandonaban el puesto o renunciaban al poco tiempo de ser designadas.
Las desfavorecidas solicitaban traslados que eran acordados según criterios muy
variables.
Para fortuna de Waldina, la casa alquilada a Carlos
Paz era amplia y disponía de comodidades que otras colegas envidiarían. Tenía un
salón y tres habitaciones, una de las cuales funcionaba como aula, otra como
Dirección y la tercera como alojamiento. Las clases en la escuela “San Roque”
dieron comienzo a mediados de 1910.
La historia de sus primeros años puede conocerse a
través de las impresiones recogidas por los inspectores escolares durante sus
visitas, plasmadas en el Libro de Actas. Sin embargo, en él no hay registros
entre 1913 y 1919, y en este último año apenas una referencia a los hechos que
se relatarán de aquí en adelante.
VIENTOS DEL SUR
Los vecinos de San Antonio de Arredondo se vieron
sorprendidos por la resolución de abrir una escuela en Los Puentes, ya que
consideraron que entre ellos había mayor cantidad de niños sin escolarizar que
los habidos en San Roque
No solo interpretaron que se había cometido una
injusticia con una población de mayor jerarquía, sino que además la resolución
del Consejo de Educación respondía a favores políticos otorgados a Carlos Paz, referente
zonal del partido conservador gobernante.
Ante esta situación y con la finalidad de reclamar
la apertura de una escuela similar en San Antonio, acudieron a un legislador de
la oposición en ascenso, el diputado radical Eduardo F. Quinteros [2].
Quinteros era un acérrimo opositor a Carlos Paz. Por
ser oriundo de un paraje cercano a La Cumbre, y por haber sido maestro y
empresario minero antes de iniciar su carrera política, conocía muy bien el
departamento Punilla y las necesidades de sus pobladores.
En mayo de 1915 había encabezado una comisión
parlamentaria con el fin de investigar la administración escolar presidida por
Julio Rodríguez De La Torre. Acusó al funcionario de corrupción generalizada y de
“convertirla en una propiedad privada
para distribuir sus beneficios entre las personas de su familia, en su casa
particular y en los amigos políticos”.
También le endilgó la responsabilidad de haber contratado
“maestros ciruela” en lugar de graduados y la de permitir la manipulación de los
informes de inspección para beneficiar a ciertas educadoras y perjudicar a
otras.
En la sesión de la Cámara de Diputados del 23 de
agosto de 1915, Quinteros presentó un proyecto de ley para crear una escuela en
San Antonio de Arredondo. Sus fundamentos, expuestos con vehemencia ante la
Cámara, fueron los siguientes:
“He
presentado este proyecto, señor Presidente, porque el jefe político ―refiriéndose a Carlos Paz quien ocupaba ese cargo
en 1915― ha procurado por todos los
medios y ha conseguido sacar la única escuelita de tercera categoría que
existía en ese lugar de San Antonio, apagando la única lumbre intelectual para
hacerla ubicar en Los Puentes, en dónde él tiene una población, alegando que habría
mayor concurrencia de alumnos, lo que no es exacto, pues los niños tienen que
concurrir desde una distancia de once o doce kilómetros. No se ha aumentado el
número y sí se ha hecho un verdadero daño a la población, al retirar la escuela
de ese lugar. Estas son las causas por la cuales aparece la Provincia de
Córdoba con el cuarenta y siete por ciento de analfabetos. Y por estos
fundamentos voy a pedir a la Honorable Cámara que lo trate sobre tablas, si
hace fe a las afirmaciones mías. Es la única escuela que va a fundarse en la
Pedanía Santiago, del departamento Punilla”
El proyecto fue aprobado y pasó a la Cámara de
Senadores que lo sancionó como ley N° 2477 la que dice en su Art. 1° “Créase en Pedanía Santiago, Departamento
Punilla, una escuela de 3° Categoría, la que se ubicará en el lugar de San
Antonio”
No obstante, cuando la ley pasó a consideración del
Poder Ejecutivo, el gobierno de Ramón J. Cárcano la vetó sin mediar
explicaciones En consecuencia, la iniciativa naufragó en silencio y las primeras
gestiones realizadas para abrir la escuela de San Antonio de Arredondo no se
concretaron.
1916: UN CAMBIO RADICAL
El 17 de mayo de 1916 asumió la gobernación de Córdoba el radical
Eufrasio Loza. Los correligionarios de Hipólito Irigoyen llegaban por primera
vez al poder prometiendo acabar con la corrupción política de sus antecesores
conservadores.
Como Director General de Escuelas fue nombrado el doctor Luis Eduardo
Molina, quien inmediatamente se puso en la tarea de reorganizar los recursos
humanos del área educativa.
En esa época muchos cargos docentes, tanto en la capital como en el
interior de la provincia, eran ejercidos por personas que no poseían título habilitante
pero que oportunamente fueron consideradas idóneas para cumplir la función.
Por otra parte, eran numerosos los egresados de escuelas normales que
se agolpaban en la puerta del ministerio demandando puestos de trabajo, y pocos
los que podían acceder a uno debido a las escasísimas vacantes disponibles.
Tal como lo había denunciado el legislador Eduardo F. Quinteros en
1915, se acumulaban denuncias y críticas contra maestros ineptos, sin
preparación adecuada, irresponsables en el cumplimiento de sus deberes, o bien
con méritos que se reducían a favores políticos.
El Presidente saliente del Consejo de Educación, Pablo Pizzurno, poco antes
de dejar su cargo, había elevado un informe advirtiendo sobre esta situación, Entre
otras medidas recomendaba sumar inspectores para supervisar la tarea docente,
crear nuevas escuelas y reorganizar el personal.
En vista de estos antecedentes, la nueva gestión decidió cambiar el
estado de las cosas. Por un lado se propuso jerarquizar la función docente
incorporando a los egresados de escuelas normales en reemplazo de los
intitulados; y por otro, realizar una depuración de la plantilla, removiendo a
quienes no hubieran demostrado idoneidad para continuar en su cargo.
Para ello el Consejo de Educación ordenó la inspección de todas las
escuelas de la provincia, tarea que estuvo a cargo de catorce inspectores
distribuidos en las trece secciones escolares, labor realizada con cierto
apresuramiento hacia fines de 1916.
Este trabajo no solo recabó información sobre el desempeño docente
sino también permitió conocer el estado edilicio y las necesidades de cada
establecimiento. En correspondencia con los informes elevados por los
inspectores, algunas escuelas fueron ascendidas de categoría, otras cerradas
por disminución o falta de alumnos, y las menos trasladadas.
El “traslado” significaba en la práctica el cierre de la escuela de un
lugar y su apertura en otro, conservando la partida presupuestaria asignada y
el personal docente; es decir, el maestro también debía mudarse con la escuela,
aunque a veces esto no era posible.
También se adoptaron medidas drásticas con respecto al personal, dando
de baja a dos centenares de maestros que por distintas razones se consideraron
ineptos, satisfaciendo de esta manera la demanda de puestos vacantes.
SE CREA LA ESCUELA DE SAN ANTONIO DE ARREDONDO
Aprovechando los cambios políticos, el 7 de agosto
de 1916, Ramón A. Soria, quien se identificó como “un vecino” de San Antonio de
Arredondo, “interpretando los deseos de
los padres de familia de la Pedanía Santiago”, reclamó por nota al ministro
de Gobierno el cumplimiento de la ley en cuestión, sin aludir que había sido
vetada por el gobierno demócrata.
Soria no era un vecino común. Había sido Jefe
Político de Punilla desde septiembre de 1909 hasta agosto de 1911, con
residencia en Huerta Grande. Es decir, estaba cargo de la jefatura cuando fue
creada la escuela “San Roque” en Los Puentes.
Para fundamentar su reclamo adjuntó la nómina de 79
niños y niñas que necesitaban escolarizarse, sin dudas un censo que Soria había
mandado realizar en todas las estancias de la zona. La nota ingresó al Consejo
el 10 de agosto y originó el expediente “V” N° 172 “Vecinos de San Antonio
solicitan creación de escuela”
El 14 de agosto la Inspección de Escuelas se expidió
favorablemente, y en la sesión del 19 de agosto el Consejo de Educación emitió
la resolución. Asimismo solicitó a la comisión de vecinos de San Antonio que
facilitaran un edificio por el término de un año donde fuera posible instalar
la escuela para dictar clases en 1917.
Los vecinos recurrieron entonces a la comunidad
franciscana pidiendo en préstamo la casa donde había funcionado su escuela con
anterioridad, la cual fue cedida “gustosamente”, según lo expresara el Guardián
del Convento San Francisco, Fray Justo Masilla, en su carta al Consejo de
Educación fechada el 22 de agosto de 1916.
El 25 de agosto el Consejo aceptó el ofrecimiento de
los franciscanos y solicitó al Director de Escuelas que nombrara directora.
Poco después, el 2 de septiembre de 1916, fue designada la maestra Admentaria
O. de Herrera, con siete años de servicios previos en una escuela de La Rioja,
como directora de la nueva escuela de San Antonio de Arredondo.
1917: EL AÑO QUE NOS QUEDAMOS SIN ESCUELA
El 3 de febrero de 1917 el inspector escolar H. Camperos, sin haber
visitado Villa Carlos Paz, elevó un informe lapidario con respecto al futuro de
la escuela “San Roque”. Argumentó que la escuela estaba “mal ubicada” y solicitó que fuera trasladada a Cruz de Caña,
Departamento Cruz del Eje, lugar donde se había resuelto instalar una.
La justificación de Camperos para trasladar la escuela ―en los hechos,
cerrarla― sorprendió porque, si había algo difícil de objetar era, justamente,
su ubicación, ponderada por los inspectores que la habían visitado en los años anteriores.
El criterio adoptado por las autoridades educativas
era el de sostener aquellos establecimientos que reunieran tres condiciones:
contar con una cantidad mínima de alumnos según su categoría, tener personal
docente designado, y disponer de un edificio dónde funcionar, fuera este
propio, alquilado o prestado. La escuela “San Roque” cumplía todos estos
requisitos y por lo tanto nada justificaba su cierre.
Un informe complementario solicitado al inspector Argüello ―quien aclaró
no conocer la localidad― indicó que en 1916 se habían matriculado 41 alumnos, pero
que la cantidad que concurrió efectivamente a la escuela había sido de 35, con
una asistencia promedio de 26.
Aunque este número estaba por encima de la media exigida (25), el
Inspector General, avalando la opinión del Inspector Seccional, juzgó que la cantidad
era insuficiente para mantenerla abierta y recomendó su clausura.
Con estos informes en la mano, los miembros del Consejo de Educación,
reunidos en sesión el 17 de febrero de 1917, aprobaron el traslado de la
escuela de Los Puentes a Cruz de Caña, Departamento Cruz del Eje, lugar donde
existía un edificio fiscal que sería refaccionado.
La medida no solo se dejaba a la población infantil de nuestra villa sin
escuela; también se le daba un duro revés a la gestión encarada por Carlos Paz
siete años antes, quien había creado las condiciones para su existencia y donó
el terreno para construir su edificio.
Era evidente que se buscaron excusas y se forzaron otras con el único
fin de cerrar la escuela “San Roque”, ineludiblemente relacionada con nuestro
fundador ¿se trató acaso una represalia de sus rivales políticos ahora encaramados
en el poder? ¿tuvo algo que ver el diputado Quinteros en esta decisión?
Como es de imaginar, la resolución del Consejo provocó inmediato
malestar entre los vecinos con hijos en edad escolar. El cierre de la escuela
del pueblo los obligaba a enviarlos a la nueva escuela de San Antonio de
Arredondo, recientemente creada, debiendo recorrer diariamente los 10
kilómetros que separaban ambas poblaciones.
Algo debía hacerse!
CONTINÚA EN: https://cronicasdevillacarlospaz.blogspot.com/2020/10/cuando-el-pueblo-se-quedo-sin-escuela_6.html
[1] En 1917 se utilizaba indistintamente la
denominación “Los Puentes” y “San Roque” para referirse a Villa Carlos Paz
[2] Eduardo Feliciano Quinteros nació en el seno de
una familia humilde en el paraje Los Troncos (norte de Punilla) en abril de
1873. Con gran esfuerzo estudió magisterio y más tarde ingeniería civil, siendo
uno de los precursores de la industria del mármol en nuestro país. Como
empresario minero explotó las canteras “La Pampa del Potrerillo” y “Centenario
Argentino”, cuyo mármol rosado tenía excepcional calidad. A principios de siglo
XX Se involucró en la actividad política adhiriendo a los principios de la UCR
y participó en la revolución radical de 1905. Designado presidente de la
primera Comisión Municipal de La Cumbre
(1911) trabajó activamente en el desarrollo urbano de esta localidad. Fue
también diputado nacional (1920-1924) y candidato a Vice-gobernador de
Córdoba en las elecciones del 22 de
marzo de 1925, representando a la Unión Cívica Radical Antipersonalista.
Retirado de la vida política se radicó en Mendoza para dedicarse a la
vitivinicultura.
FUENTES
CONSULTADAS: Archivo Histórico de la Legislatura de la Provincia de Córdoba:
Diarios de Sesiones. Archivo de la Dirección General de Escuelas Primarias de la
Provincia de Córdoba: expedientes varios. Escuela “Carlos N. Paz”: Libro de
Actas.
El
autor agradece la desinteresada colaboración de los funcionarios y empleados de
los mencionados archivos en la tarea de búsqueda de documentos.
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